🥇 ¿Qué es la asertividad? | Soluciones Emocionales

¿Qué es la asertividad?

Es un punto de vista que nos permite comunicarnos con cualquier persona sin sensaciones de superioridad o inferioridad, propia o ajena.

La asertividad nos permite aceptar un “NO” con dignidad y aceptación, a la vez que negarnos a algo sin culpabilidad. Es la sensación de que mis derechos básicos como persona, y los de los demás son idénticos.

Esto me da derecho a expresar lo que necesito o deseo, sin atisbos de exigencia ni de ruego, y a la vez me permite aceptar el derecho de la otra persona a expresar sus diferencias o necesidades de manera armónica.

Definición de la asertividad

Es la sensación de que las diferencias entre personas, no restan igualdad en el valor que cada cual tiene. Esto nos convierte en complementarios y no en comparables.

Ejemplos de asertividad

Me ponen en un restaurante una sopa fría. Me la tomo con enfado y criticando el servicio, pero solo internamente, o con mis acompañantes. O bien llamo al camarero y le recrimino con malos modos el mal servicio.

Ambas manifestaciones son lo contrario a la asertividad pues ambas están manifestando una falta de autoestima y de asertividad por lo tanto.

Asertivo sería reclamar el servicio adecuado de una manera equivalente a como lo haríamos con una persona muy importante y respetable para nosotros.

Sin perder de vista que nosotros somos igual de importantes y valiosos. Si es necesario ser contundente, para poner un límite no se pierde ni se gana asertividad, de la misma manera podemos aceptar cuando alguien precisa ser contundente con nosotros en ocasiones. 

Asertividad en el trabajo

La asertividad no es algo a utilizar en unas facetas de nuestra vida y no en otras. Eso sería interpretar un papel. O se es, o no se es asertivo. 

Es cierto que en unas situaciones podemos ser más asertivos que en otras, pero no debemos relegar la asertividad a unas facetas de nuestra vida y no a otras.

¿Cómo ser asertivo?

Viendo la situación que estemos viviendo, desde tres puntos de vista. El nuestro, el de la persona que estamos tratando, y desde un punto de vista imaginario de una tercera persona que viese esa situación sin conocernos a ninguno de los dos.

Por lo tanto, es primordial para ejercer la asertividad, tener empatía y neutralidad ante nuestras relaciones.

Relación entre la empatía y la asertividad

Imaginemos a alguien completamente frustrado porque tiene el penúltimo modelo de teléfono, y siente que necesita, sea como sea, el nuevo modelo para sentirse feliz.

Empatizar es entender cómo se siente indiferentemente de si lo vemos adecuado. La asertividad un punto de partida de equivalencia entre nosotros y todo lo demás, por lo tanto es el cimiento sobre el que se apoyan las relaciones. 

En definitiva la asertividad dice; tu y yo valemos igual, y la empatía dice; entiendo cómo te sientes. La suma de ambas viene a ser; eres valioso y comprendo cómo te sientes, (apoye o no tu punto de vista). Evidentemente es un punto de partida óptimo para comenzar a comunicarnos de manera eficaz.

La persona pasiva

En ocasiones puede haber una relación directa entre pasividad y falta de asertividad. La pasividad que está basada en el miedo a ser valorados negativamente evidencia una duda sobre el valor propio. En este caso queda evidente la relación entre asertividad y autoestima. 

La autoestima es la armonía y equilibrio con que gestionamos la distancia que pueda haber, entre lo que somos y lo que nos gustaría ser. Si nuestra autoestima es frágil tendemos a sentirnos vulnerables y eso nos lleva a protegernos o a evitar exponernos, lo cual dificulta mucho alcanzar conductas asertivas.

Asertividad negativa y asertividad positiva

La asertividad no es polarizable. Una conducta es asertiva o no lo es. Por lo tanto podemos hablar de presencia o ausencia de ella.

La importancia de la asertividad

 El ser humano debe su supervivencia como especie a lo largo de la historia a su capacidad social, lo cual le permite unir y sincronizar las fuerzas para la supervivencia común. Por lo tanto para nuestra psique sentirnos integrados socialmente, está relacionado con sobrevivir. La parte de nuestro cerebro que se encarga de nuestra supervivencia es el tronco cerebral, o cerebro reptiliano. Esta región es muy instintiva. Una sensación de “soledad” o “abandono”, puede poner este cerebro en alerta, y esto se manifestará emocionalmente alto y claro, avisando de un peligro. Cuando esa región se pone en modo peligro, nuestro sistema nervioso central entra en fase parasimpática y esto es lo que comúnmente se conoce como estrés.

La relación entre estrés y disfunciones o enfermedades físicas y mentales, está sobradamente demostrada científicamente.

Una falta de asertividad nos llevará a una dificultad para relacionarnos con nuestros semejantes, multiplicando de esta forma las posibilidades de sentirse no integrado.

Déficid de asertividad

Este déficit provoca que a la hora de interactuar socialmente tendamos a protegernos, ya sea intentando pasar desapercibidos, o buscando ser vistos y respetados en todo momento.

Si percibimos un déficit de asertividad en nuestras reacciones podemos caer en el error de generar conductas asertivas reprimiendo nuestra verdadera reacción emocional.

Por ejemplo: Mi hermano me invita a la cena de nochebuena en su casa, y su mujer y sus hijos me caen fatal. Cada año voy, pero por compromiso.

Este año decido ser asertivo y aceptar la invitación, por respeto a mi mismo. Mi sensación emocional me dará la respuesta de si la decisión ha sido asertiva o simplemente forzada para parecerlo. Si tengo una sensación profunda de culpabilidad, querrá decir que estoy jugando a ser asertivo sin serlo.

En este caso es en el concepto de autoestima personal sobre el que tendremos que poner nuestra atención. De igual manera que el velocímetro de un coche indica la velocidad, pero no es la causa de la velocidad, dado que es el motor quien genera esa fuerza. Pues la asertividad sería el velocímetro de nuestra autoestima. Si nos falta velocidad, miremos que pasa en el motor, y no nos centremos en el velocímetro.

Beneficios de la asertividad

Es un indicador perfecto, que nos informa de las oscilaciones de nuestra autoestima. Evidentemente, la autoestima es variable, no es un valor constante e inamovible.

Lo asertivo de nuestras conductas nos dejará en evidencia aquellas situaciones en las que estamos en conflicto con nuestro YO real. O lo que es lo mismo: Una conducta poco asertiva me está avisando de que no estoy gestionando correctamente la distancia que separa lo que soy, de lo que creo que debo ser, o de lo que me “he comprometido” a ser.

Ver la asertividad como un mensajero y no como una meta, es una fuente de conocimiento, y por lo tanto un mapa del tesoro que nos lleva al mayor tesoro; la paz interior.

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